Para disfrutar adecuadamente de la sauna, es importante no
tomar más de dos sesiones por día y no más de tres sesiones semanales ya que si
abusamos de ella, corremos el riesgo de padecer bajadas de tensión o continuas
pérdidas de hidratación. Por tanto, como todo lo que afecta a nuestra salud,
conviene conocer un poco más sobre el mundo de las saunas pero, sobre todo, los
múltiples beneficios que nos ofrece.
Veamos con más detalle estos beneficios:
- Con
la sudoración profunda, se limpia la piel y las células muertas se
eliminan.
- Efecto
relajante, gracias al efecto sedante que provoca sobre el sistema nervioso.
- Las
altas temperaturas estimulan el riego sanguíneo y con él la regeneración
celular, por lo que mejora muchas lesiones dérmicas o enfermedades
cutáneas.
- Elimina
toxinas y aumentan las defensas, también se elimina alcohol, sodio y
nicotina acumulada en nuestro cuerpo y lo más importante, se aniquilan
virus y células potencialmente cancerígenas.
- Relaja
los músculos y alivia dolores en músculos y articulaciones.
- Mejora
la función cardiovascular.
- Mejora
la respiración, por eso la sauna está muy recomendada a pacientes que
sufren enfermedades de tipo respiratorio.
- Las
sesiones de sauna tienen un efecto diurético. Esta eliminación de líquidos
ayuda a reducir la celulitis, las adiposidades, torceduras neuralgias,
bursitis, espasmos musculares, dolencias óseo-musculares y rigidez
articular.
- Efecto desestresante, libera endorfinas, por lo tanto combate el insomnio y el estrés.
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